
Fragmento de la grabación de la película
Artículo de opinión de Gustavo Pérez Trujillo
La emoción y la anticipación se desbordaron en el mundo cinematográfico cuando se anunció que “La Sociedad de la Nieve”, dirigida por el aclamado cineasta Juan Antonio Bayona, fue elegida como la representante para los Oscars de 2024 en la categoría de Mejor Película Internacional. Este anuncio marcó una competencia reñida con otras dos películas destacadas: ‘Cerrar los ojos’, el nuevo trabajo de Víctor Erice, y ‘20.000 Especies de Abejas’, dirigida por Estibaliz Urresola.
Juan Antonio Bayona, conocido por ser el artífice de obras maestras del cine como ‘El Orfanato’ (2007), ‘Lo Imposible’ (2012) o ‘Un Monstruo Viene a Verme’ (2016), continúa demostrando su excelencia en la industria cinematográfica. Con tres premios Goya en su haber y ahora esta nominación al Oscar, la elección de Steven Spielberg para dirigir ‘Jurassic World: El Reino Caído’ parece haber sido acertada. Bayona se mantiene en la cima de la industria, mostrando su creatividad en crecimiento constante.
La cinta se estrenó en el Festival de Venecia, donde recibió críticas positivas, destacando la habilidad del director para trazar un relato impactante. El rodaje original se llevó a cabo en distintas locaciones, incluyendo España, Uruguay, Chile y Argentina. La película también se proyectará en el Festival de San Sebastián, generando expectativas de un éxito inminente en los prestigiosos galardones estadounidenses.
“La Sociedad de la Nieve”, basada en la novela homónima de Pablo Vierci, no es simplemente una película que relata una historia de supervivencia extrema en los Andes; es un intento valiente de narrar lo inenarrable, de dar voz a lo que carece de nombre y de enfrentarse a la imposibilidad más íntima que vivieron los sobrevivientes del fatídico accidente aéreo en 1972. Roberto Canessa, médico del grupo, expresó la complejidad de la experiencia al decir: “Todo estaba tan trastocado, que lo racional se cruzaba con lo imposible y a la realidad la superó la utopía”.
Juan Antonio Bayona, el director de esta película, se sumerge en este desafío con determinación, negándose a romanticizar la aventura o a glorificar héroes individuales. En lugar de eso, se centra en los sobrevivientes y en la experiencia colectiva, explorando un viaje espiritual de reconciliación, perdón y comunión en un contexto extremadamente desafiante.
La narración se aparta de los estereotipos de la lucha por la supervivencia, contradiciendo la visión convencional de que en circunstancias extremas, los individuos compiten por el poder y establecen jerarquías de supervivencia. En cambio, la película presenta a personas indefensas que, en su vulnerabilidad, descubren su grandeza y demuestran empatía y solidaridad, desafiando así las expectativas establecidas por historias anteriores como ‘El Señor de las Moscas’.

Fragmento del film de J.A Bayona.
Bayona aborda esta película de manera distinta a sus trabajos anteriores, adoptando un enfoque más matizado y calculado. La película se presenta como un relato físico y táctil, capturando el sufrimiento, el frío y el dolor de los personajes. La fotografía detallada y meticulosa reconstrucción son impresionantes, aunque la música, aunque bella, puede llegar a eclipsar la narrativa en algunos momentos.
El filme comienza con una escena impactante del accidente, inmediatamente sumergiendo al espectador en la tragedia. A lo largo de la película, la atención se centra en el día a día íntimo y angustioso del grupo, mostrando su lucha por mantener la esperanza y tomar decisiones difíciles para sobrevivir.
Aunque la película se esfuerza por dar voz a todos los personajes, a veces se pierde en su intento de evitar protagonismos redentores y una estructura dramática definida. El guión lucha por equilibrar múltiples voces y presenta cierta confusión en la narración, especialmente en el segundo acto.

Cartel de la película que, en primer lugar, fue una serie de Netflix.
En última instancia, “La Sociedad de la Nieve” se destaca por su voluntad de trascender lo melodramático y lo superficial. Ofrece una mirada reflexiva y conmovedora sobre la fraternidad, el perdón y la comunión humana en medio de la adversidad extrema. A pesar de sus imperfecciones, la película logra transmitir una experiencia única que desafía la incredulidad y captura la verdadera esencia de lo inimaginable. Juan Antonio Bayona ha logrado crear una película que, con sus preguntas, dudas y riesgos, se convierte en un tributo a la resistencia humana y a la esperanza en circunstancias extremas. En este enfrentamiento consigo mismo, Bayona triunfa, logrando que “La Sociedad de la Nieve” sea una película memorable y trascendente.
Los amantes del cine esperamos ansiosos que la apuesta de “La Sociedad de la Nieve”, en esta trayectoria hacia Hollywood sea coronada con el mayor éxito posible y que continúe consolidando el legado de Bayona como uno de los directores más destacados de la industria cinematográfica internacional.